martes, 2 de diciembre de 2014

FIBROMIALGIA EN INVIERNO


Aunque cronológicamente no ha llegado el invierno, ya vamos notando algunas de las caractorísticas que lo definen: bajada de tempertura, dismionución de las horas de luz solar... Esta estación es probablemente la  más temida por las personas con enfermedades crónicas dolorosas como la Fibromialgia, ya que el cambio de clima puede incrementar el dolor y, a la vez, impactar en el estado de ánimo.

Hay varias teorías sobre por qué el cambio de estación a invierno incrementa el dolor, por ejemplo:
-Se propicia un cambio en el ciclo del sueño y el reloj interno (ritmo cicardiano)
-El cuerpo crea más citoquinas pro-inflamatorias
-Durante el invierno muchas personas pasan por el trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión que también podría aumentar el dolor.
-Los músculos se tensan más con el frío.
- Las personas evitan salir al exterior, con lo que se tiene menor actividad física y empeora la condición.
Si tienes Fibromialgia y sufres mucho dolor en estas épocas, te brindamos unos consejos  prácticos  que te ayudarán a sobrevivir al invierno:

1. Utiliza objetos para mantener el calor. Existen algunos objetos que puedes utilizar en tu vida diaria y te permitirán controlar el dolor por el frío del invierno, por ejemplo: un calefactor ambiental, mantas térmicas, ropa térmica, gorros, dobles calcetines, guantes, etcétera. Si trabajas fuera de casa, lleva contigo un calentador a tu lugar de trabajo, existen modelos prácticos y pequeños que puedes transportar con facilidad.

2.  Procurar un buen aislamiento térmico de la vivienda evitando las corrientes de aire y las pérdidas de calor por las puertas y ventanas. Utilizar el sistema de calefacción disponible con objeto de mantener una temperatura de unos 21ºC durante el día y 18ºC al acostarse. Cerrar las habitaciones que no se utilicen. En ausencia de un adecuado sistema de calefacción, procurar no estar sentado o quieto durante mucho tiempo. La actividad genera calor: moverse, hacer trabajos domésticos, etc. ayuda a combatir el frío.  Si se utilizan estufas, braseros vigilar la ventilación del espacio donde se encuentran para evitar inhalar tóxicos.

3. Mantenerse en movimiento. El ejercicio es una de las mejores maneras de mantener controlados los síntomas de fibromialgia, y dejar de hacerlo puede empeorarlos. Si no quieres salir de tu casa, busca un plan de ejercicios que puedas hacer en casa, como el Yoga o Pilates. 

4.  Usa ropa de abrigo poco pesada. Usando ropa de lana, almohadas de lana, ropa de cama de lana (y todo lo que puedas de lana) puedes reducir considerablemente el dolor de fibromialgia. Un estudio publicado en The Journal of Alternative and Complementary Medicine, encontró un descenso del 84% del dolor en los pacientes con fibromialgia que utilizaban lana, frente a los que no lo hicieron, además de que mostraron una mejor calidad de sueño debido a que permanecían en una temperatura corporal constante y equilibrada. Si no quieres usar ropa de lana asegúrate de vestirte adecuadamente para el invierno: varias capas de ropa, botas aislantes, calcetines cálidos, etc.

5. Procura bañarte por las noches. Los cambios bruscos de temperatura pueden ser muy perjudiciales para las personas con fibromialgia, asegúrate de que cuando te bañes no salgas en seguida a corrientes de aire o clima frío; si te vas a bañar, hazlo en la noche justo antes de meterte a la cama para que te mantengas caliente. Además el baño te ayudará a conciliar el sueño.

6. Mantén bien iluminada tu casa. Si eres de las personas que sufren del trastorno afectivo estacional, esto te puede ayudar mucho. La causa exacta de este trastorno no se entiende completamente, pero se cree que está relacionado con la exposición reducida a la luz solar durante los días más cortos del año. No te aisles, busca la compañía de personas cercanas y realiza actividades que te sean gratificantes.


7. Cuidar tu alimentación. Los alimentos proporcionan calor a nuestro cuerpo. El frío hace que aumenten las necesidades calóricas y por tanto el consumo de alimentos. Conviene hacer comidas calientes que aporten la energía necesaria (legumbres, sopa, etc.) y proporcionen además calor “psicológico”, sin renunciar a una alimentación variada que incluya el resto de alimentos (verduras, fruta, carne, huevos, pescado, cereales, leche, etc.) Come frutas de color amarillo, ricas en vitaminas A y C. Durante el día, y antes de acostarse, una taza de alguna bebida caliente (infusión, caldo, cacao, té, leche...) ayuda a mantener la temperatura corporal y es muy reconfortante. 

8. Evitar el agotamiento físico: el frío supone ya de por sí una sobrecarga para los músculos. En caso de tener que realizar un trabajo físico con temperaturas bajas, debe hacerse bien abrigado, con precaución,  suavemente, procurando no agotarse ni que se produzcan contracturas. Si es necesario, tomarse los descansos que se precisen.

9. Intentar  salir en las horas centrales del día para aprovechar  los beneficios que nos aporta la luz solar en el estado de ánimo y la transformación de la provitamina en vitamina D. Si sales a caminar evita hacerlo sobre hielo o superficies resbaladizas y utiliza el calzado más apropiado. Consultar el pronóstico del tiempo para evitar las temperaturas más bajas y permanecer en el exterior el mínimo tiempo posible, la tiritona es una buena señal de que no debe continuarse en el exterior.

10. Procurar permanecer seco: la ropa mojada enfría el cuerpo rápidamente. Utilizar preferiblemente una prenda de abrigo que sea resistente al viento y la humedad; por debajo de ella, varias capas de ropa no apretada teniendo en cuenta que varias capas de ropa fina protegen más del frío que una sola más gruesa ya que se forman cámaras de aire aislante entre ellas. Hay que prestar especial atención a la cabeza (gorro de lana, pasamontañas, sombrero), cuello (bufanda), pies (calzado resistente al agua y nieve, calcetines de algodón y lana) y manos (guantes o manoplas).
No podemos olvidar que el acondicionamiento físico en fibromialgia es fundamental, mantener un estado de ánimo adecuado y acudir a los grupos de apoyo, a balnearios y fisioterapia puede ayudarnos a pasar el rigor del invierno en las mejores condiciones.

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