miércoles, 1 de abril de 2015

TRATAMIENTO DE PERÓXIDO

Es conveniente que leas este artículo para saber el riesgo que se corre al realizar este tratamiento que circula por intenet.

Intentamos advertir de un peligroso tratamiento que circula por algunos foros de intenet, y que recibe el nombre de tratamiento de peróxido de hidrógeno. Queremos que los lectores entiendan el riesgo que supone realiar este tipo de terapia y la falta de información que se esconde detrás de aquellos que animan a otros a realizar el mencionado “tratamiento”.

El peróxido de hidrógeno es lo que comúnmente llamamos agua oxigenada, y es una molécula con dos átomos de hidrógeno y dos de oxígeno (H2O2). Cuando hablamos de grado alimenticio se trata de una concentración muy alta de agua oxigenada (del 35%). Se llama de grado alimenticio, porque se usa principalmente en industrias alimentarias; para blanquear algunos alimentos y para desinfectar. No obstante, eso no significa que se pueda beber ni siquiera poner en contacto con la boca o la piel. Detrás de ese nombre tan inocente, se esconde el peligro de llevar a la gente a equivocación y que alguien piense que se puede ingerir, lo cual puede ser mortal. De hecho, si esta sustancia entra en contacto en la piel, la hace totalmente blanca, porque la oxida, literalmente hablando. Así que un trago de esta sustancia puede ser mortal.

El tratamiento del peróxido de hidrógeno consiste en diluir unas gotas de este líquido en un vaso con agua, y beberlo tres veces el día durante algunas semanas. La cantidad de gotas a diluir se va aumentando progresivamente de una forma determinada hasta alcanzar un tope llegado el cual se vuelve a disminuir el número de gotas de H2O2 que se añade al agua. Actúa liberando los átomos de oxígeno con lo cual aumenta la oxigenación de la sangre.

Esto produce una oxigenación de los tejidos del cuerpo produciendo una serie de beneficios entre los que destaca la reducción del dolor. No debemos olvidar que al ser una sustancia que no se vende en farmacias, la gente recurre a comprar este producto en internet, a empresas que lo fabrican principalmente para industrias, con lo cual no existe ninguna garantía de calidad, ni de que no lleve estabilizantes que podrían ser sumamente tóxicos para el organismo. Tampoco existe ninguna consideración respecto a la edad y peso del paciente, ya que el tratamiento consiste en diluir x gotas en un vaso de agua, independientemente de si es para una persona que pesa 100 quilos o pesa 50.

Más grave todavía es la advertencia del “creador” de este tratamiento, que advierte que pueden aparecer granos o erupciones cutáneas durante el tratamiento, pero que insiste en que eso pasa algunas veces pero que el paciente debe seguir con el tratamiento, pase lo que pase.

Por descontado, en el libro que se explica el tratamiento -nos hemos ahorrado el título para no hacer publicidad- se incluye una advertencia en la que el autor se exime de cualquier responsabilidad sobre lo que pudiera pasar en el transcurso del tratamiento, y dando por sentado su blindaje legal en caso de que algún paciente sufriese algún problema.

Como no podía ser de otra forma, el libro carece de rigor científico, no se aporta ninguna bibliografía ni estudios fiables y aparecen “supuestos” testimonios contando las bondades del tratamiento, relatando incluso curaciones de cáncer. En el libro también se incluyen argumentos de que este es un tratamiento que puede aplicarse a cualquier enfermedad y que las industrias farmacéuticas se esfuerzan en mantener silenciado por considerarlo una amenaza a sus intereses económicos. No hace falta decir, que en internet existen tanto comentarios a favor como en contra del tratamiento de peróxido de hidrógeno, y que por supuesto, los comentarios a favor podrían haber estado escritos por el mismo autor del libro, en un intento de convencer a cualquier enfermo desesperado por el sufrimiento de su enfermedad; de los beneficios del dicha terapia.

A continuación enumeramos todos los riesgos que se corren al realizar dicha terapia:

-Riesgo de sufrir lesiones en órganos internos por ser una sustancia altamente oxidante.
-Riesgo de intoxicación por estabilizantes.
-Riesgo de erupciones cutáneas.
-Riesgo de quemaduras en la piel por contacto accidental en el manejo del peróxido.
-Riesgo de lesión alveolar en caso de inhalación del vapor.

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