viernes, 11 de abril de 2014

CONSEJOS DEL ESPECIALISTA EN ACTIVIDAD FÍSICA TERAPÉUTICA

En el tratamiento de la fibromialgia, uno de los pilares fundamentales junto a la medicación, la terapia conductual y el conocimiento de la enfermedad es el acondicionamiento físico mediante la práctica de un tipo de ejercicio adecuado y progresivo.
El médico debe permitir o "prohibir" el tipo de ejercicio en función de la enfermedad del paciente e indicar el momento más adecuado para empezar. 

El fisioterapeuta es el que pone en práctica las técnicas de rehabilitación. 
El especialista en Act. Física Terapéutica es quien debe prescribir, dirigir y vigilar el tipo de ejercicio físico a realizar. Si el ejercicio se realiza en grupo, además debe planificar las clases en función del estado de cada persona, es decir, debe ser lo más individualizado posible. 

Si te han diagnosticado fibromialgia y te decides a empezar un programa de ejercicio físico,  busca un establecimiento que cuente con un especialista en Ejercicio Físico Terapéutico y vigile tu actividad física. Si no es posible, algunos consejos para tener en cuenta pueden ser los siguientes:

1. Consulta a tu médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio para la Fibromialgia.

2. Comienza con un programa de ejercicios de rango de movimiento y flexibilidad. Consulta a un especialista en Actividad Física Terapéutica para determinar los ejercicios que mejor funcionarán para tus circunstancias particulares. 

3. La integración al ejercicio debe ser progresiva y trabajando cada una de las cualidades físicas (fuerza, potencia, equilibrio, velocidad y amplitud de movimiento)

4. Tras haber establecido y adaptado un programa de ejercicios de movilidad y flexibilidad, incorpora un entrenamiento de ejercicios de fuerza y aeróbicos a tu rutina. Hazlo lentamente y aumenta tu resistencia con el tiempo. La progresión también puede planificarse en términos de intensidad en lugar de tiempo. Es decir, puedes hacer ejercicio 60' a una intensidad de 1 (en una escala del 1 al 10). 

5. Si estás comenzando a hacer ejercicio, puedes iniciar con sesiones diarias de 5 minutos de ejercicio de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta estacionaria o ejercicios de agua. Aumenta el tiempo invertido de manera semanal (por ejemplo, aumenta un minuto cada semana), hasta llegar a sesiones de 20 a 30 minutos.

6. Evita el exceso de ejercicio, ya que puede provocar lesiones y el empeoramiento de la fatiga y el dolor. No corras riesgos innecesarios.

7. Evita la resistencia excesiva durante un entrenamiento de fortalecimiento, pues puede provocar microtraumatismos musculares. La postura incorrecta en máquinas de fitness o hacer ejercicio durante brotes (o periodos de dolor intenso) también puede ocasionar el empeoramiento de los síntomas en algunos casos.

8. Si no puedes tolerar las sesiones largas de ejercicio divídelas. Ejemplo, si tu especialista te recomendó 30 minutos de ejercicio, divídelos en periodos más cortos de 10 minutos, y hazlos tres veces al día. Esto te permitirá alcanzar tus metas de acondicionamiento físico sin riesgo de agotamiento o dolor.

9. Debido a que la fibromialgia puede ocasionar rigidez en los músculos, es recomienda realizar una adaptación progresiva al esfuerzo y movilizar extremidades. Hay que estirar al final no al principio, está comprobado que es más lesionable estirar al principio que no hacerlo.ejercicios de estiramiento antes de comenzar con una sesión de ejercicios, para evitar lesiones.

10. Si antes de tener Fibromialgia eras una persona muy activa, no te precipites. Debes a comenzar a ver el ejercicio de otra manera, tómalo más lentamente y aprende a escuchar a tu cuerpo. Con el tiempo te irás dando cuenta de qué nivel de ejercicio es bueno para ti y cuánto es demasiado. No te sobre exijas, pues puede ser contraproducente

11. Encuentra un ejercicio que te guste. Una de las cuestiones que más importarán para que no abandones la actividad física y cumplas con tus objetivos es que realices actividades que te agraden. Prueba con varias cosas y quédate con lo que más te atraiga y mejor se adapte a tu capacidad física.

12. Haz ejercicio en el momento del día que te sientas mejor. Muchas personas con Fibromialgia indican estar mejor de las 10 am a las 3 pm, pero cada caso es diferente. Identifica ese momento y ocúpalo para ejercitarte.

13. Toma los descansos que sean necesarios. Si a los pocos minutos de haber empezado tu rutina sientes la necesidad de descansar, hazlo. No tengas miedo de ir despacio, encuentra tu propio ritmo.

14. Toma una ducha o baño caliente después del ejercicio. Esto ayudará a relajar tus músculos probablemente doloridos.

15. Sé paciente. Aunque el ejercicio puede mejorar los síntomas de la Fibromialgia, los efectos nos siempre son inmediatos. Los beneficios del ejercicio en realidad se logran ver a largo plazo; puede tomar hasta seis meses antes de que notes un cambio en tus síntomas.


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