sábado, 5 de abril de 2014

FIBROMIALGIA E INTOLERANCIA ALIMENTARIA

La intolerancia alimentaria es una reacción adversa al consumo de ciertos alimentos. En muchos casos, no se conocen sus causas. En otros, pueden ser una de estas tres:

-Farmacológicas: tomaremos como ejemplo el café. Cualquiera que tomase grandes cantidades de él acabaría padeciendo excitabilidad; pero quienes son intolerantes a la cafeína, pueden padecer los mismos síntomas tomando tan solo una taza. Lo mismo pasa con la tiramina que contienen los vinos fermentados o el queso: hay gente a quien les provoca cefaleas pese a que no tomen mucha cantidad.
-Enzimáticas: cuando un alimento no es bien digerido, lo que sucede es que los hidratos de carbono que contiene no pueden ser absorbidos por el intestino, quedando retenidos en él y atrayendo las bacterias que generan los gases causantes de los trastornos intestinales. Es lo que ocurre a las personas con deficiencias enzimáticas, como es el caso de las que no pueden digerir bien la lactosa (que es el azúcar que contiene la leche), que tienen déficit de la enzima lactasa.
-Irritantes: un exceso de picante o especias en las comidas puede causar irritación en el tracto digestivo. Hay que tener en cuenta que la intolerancia se debe a sustancias que contienen los alimentos, no a los alimentos en sí. Por ejemplo, aunque la fructosa es un azúcar que mayormente se encuentra en la fruta, también está presente en la miel y en otros productos como los refrescos en los que se usa para endulzar.
INTOLERANCIA NO SIGNIFICA ALERGIA

Es fácil confundir la intolerancia con la alergia porque suelen producir síntomas parecidos pero hay diferencias importantes en cuanto a:

-Origen: Las alergias se deben a un fallo del sistema inmune. Lo que sucede cuando se desencadena es que el organismo considera a un compuesto inocuo como peligroso y trata de destruirlo mediante una respuesta inmune; produciendo anticuerpos que a su vez provocan la formación de sustancias químicas, como por ejemplo la histamina, que son las responsables de los síntomas propios de las alergias tales como el picor, o el moqueo. Sin embargo, la intolerancia alimentaria es debida a un problema metabólico, como por ejemplo la falta de una enzima que no permite digerir ciertas sustancias.
-Velocidad de la reacción: en la intolerancia la reacción suele ser menor que en la alergia y se manifiesta más lentamente. Los síntomas no aparecen de forma inmediata, lo que dificulta relacionar la reacción con el alimento que la causa.
-Tratamiento: por lo general, la alergia se resuelve eliminando por completo de la dieta el alimento que la produce. En cambio, el tratamiento de la intolerancia a menudo incluye ingerir la sustancia que cuesta de tolerar en pequeñas cantidades o contenida en otros alimentos que el cuerpo tolera mejor (por ejemplo el yogur en los casos de intolerancia a la lactosa)
LOS CELÍACOS ¿SON ALÉRGICOS O INTOLERANTES?
La celiaquía es un trastorno que ocasiona problemas en el intestino cuando se consume gluten, una proteína que se halla en el trigo, cebada, centeno y avena, es la enfermedad crónica intestinal más frecuente. No se trata ni de una alergia ni de una intolerancia. En la enfermedad celíaca el gluten daña el revestimiento del intestino delgado e impide que el organismo digiera bien. El resultado es una malnutrición crónica con una deficiencia de calorías y nutrientes esenciales.
ALIMENTOS CON MÁS INTOLERANCIAS
Los productos que suelen provocar más intolerancias son los Aditivos, Frutas, Frutos secos, Lácteos, Huevos, Verduras, Pescados, Mariscos, Legumbres y Cereales.
SÍNTOMAS FRECUENTES
Estos son los síntomas que puede llegar a provocar en tu organismo la intolerancia:

-Gastrointestinales: dolores abdominales, estreñimiento, diarrea, hinchazón, síndrome del colon irritable
-Dermatológicos: acné, eczema, psoriasis, urticaria.
-Neurológicos: dolor de cabeza, migraña, mareo, vértigo
-Respiratorios: asma, rinitis, dificultad respiratoria (en estos casos puede ir asociado a un proceso alérgico).
-Psicológicos: ansiedad, sensación de letargia, depresión, fatiga.
-Reumatológicos: artritis, fibromalgia, inflamación de las articulaciones.
-Hinchazón: flatulencias.
CÓMO SABER SI LA PADECES
Si sufres alguno de los trastornos que he nombrado, tienes dos formas de averiguar por ti misma si puede tener algo que ver con una intolerancia.
1-Anota lo que comes y los síntomas que tienes. Si, por ejemplo, tienes más gases de lo normla u otros síntomas como pesadez, fatiga o diarrea, revisa lo que has consumido en los últimos días y en caso de que hayas tomado bastante cantidad de un alimento concreto, deja de hacerlo durante unos días. Si al dejarlo, observas una mejora en tus síntomas, ya tendrás localizado un alimento sospechoso y habrá llegado la hora de consultar con el especialista.
2-La segunda opción es seguir una dieta restrictiva que incluya sólo alimentos que en muy raras ocasiones producen una reacción. Luego ve incluyendo progresivamente otros alimentos para ver si producen efectos negativos. Es importante saber que no se debe retirar ningún alimento durante un largo periodo de tiempo ni seguir dietas si no se cuenta con la supervisión de un experto en nutrición. Además, por rigurosa que seas en tu investigación es difícil detectar el causante porque la reacción del cuerpo no es inmediata. Hay tests que pueden ayudarte a localizarla. Consulta a tu médico.

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