martes, 8 de marzo de 2022

ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA PACIENTES CON DISFUNCIÓN TEMPOROMANDIBULAR

En esta segunda entrada sobre la disfunción temporomandibular vamos a hablar de los tratamientos que nos aporta la fisioterapia. En primer lugar, recordar que la fisioterapia engloba todos aquellos tratamientos que utilizan medios físicos a la hora de abordar al paciente. • Masaje: quizá sea el tratamiento más conocido. Consiste en una serie de maniobras (deslizamientos, presiones, amasamiento, etc) dirigidas, en este caso, a los músculos masticatorios con el objetivo de relajarlos para disminuir su tensión y dolor. En este punto es importante remarcar que podemos masajearnos a nosotros mismos, sobre todo los músculos externos, como el masetero y el temporal (en la anterior entrada puedes ver dónde se localizan). En el taller que estamos preparando veremos este automasaje. • Movilización articular: consiste en una serie de técnicas que buscan mejorar la movilidad de las articulaciones temporomandibulares. Se dividen en 3: pasivas (la articulación se mueve con las manos), activas (la articulación se mueve voluntariamente) y resistida (movemos la articulación haciendo fuerza contra una resistencia externa). Nuevamente, aquí tiene mucha importancia el hecho de que podemos hacer estas movilizaciones en casa, las llamadas automovilizaciones, que también aprenderemos en el taller que se está preparando desde la asociación. De esta manera, podemos mejorar nuestra movilidad en casa, complementando el tratamiento que pueda realizar nuestro fisioterapeuta. • Electroterapia: aquí encontramos todas las técnicas de aparatología. La más conocida es la TENS, que consiste en una suave corriente que estimula una respuesta analgésica, ayudando a controlar el nivel de dolor. También se utiliza la terapia con láser, que ha demostrado disminuir el dolor y mejorar la función de las articulaciones. Por último, podemos hablar de el biofeedback, que consiste en un aparato que nos informa del grado de actividad de cada músculo. Mediante un proceso de entrenamiento, podemos aprender a disminuir o aumentar la actividad de la musculatura, en función del objetivo que nos planteemos. • Termoterapia: técnica de fácil aplicación y disponibilidad, siendo muy sencillo utilizarla en casa. Podemos encontrar compresas calientes, manta eléctrica, etc. En los últimos años se han popularizado los sacos térmicos, rellenos de semillas, que se introducen en el microondas y se aplican en la zona a tratar. En cualquier caso, se recomienda una aplicación de, aproximadamente 30 minutos, pudiendo aplicarlo varias veces al día. Debemos estar atentos para no quemarnos. • Ejercicio terapéutico: una de las técnicas más útiles, comprende una serie de técnicas dirigidas a mejorar la movilidad, fuerza, coordinación, etc de las articulaciones temporomandibulares. En su mayoría, hablamos de técnicas activas, es decir, que debemos realizar nosotros mismos, combinando activación muscular, estiramientos, movimiento articular, etc. Existen múltiples protocolos que, en cualquier caso, se deben adaptar a nuestro estado, para evitar efectos adversos. • Recomendaciones para el paciente: es importante que nuestro fisioterapeuta nos indique recomendaciones y consejos para evitar recaídas y reducir aquellos hábitos que puedan agravar nuestro problema. Adjuntamos una tabla con algunos de estos consejos. Algunas recomendaciones para pacientes con disfunción temporomandibular • Evitar morder lapiceros, bolígrafos y objetos por el estilo. • Evitar morderse las uñas, el labio inferior o las paredes de la boca. • Intentar controlar los movimientos que provoquen ruidos en la boca. • No abusar de bebida excitantes como café, té, cola, etc. • No comer chicle. • No comer alimentos que obliguen a abrir excesivamente la boca. • Trocear los alimentos. • No comer alimentos excesivamente duros como frutos secos, etc. • No dormir en decúbito prono. • Realizar periódicamente ejercicios de reeducación funcional. • Realizar los ejercicios para relajar la musculatura facial, en caso de dolor. • Si existe dolor de la articulación temporomandibular, aplicar calor seco 30 minutos. • Evitar la ingesta de medicamentos sin consultar con el médico especialista. • Educación en dolor: en los últimos años, sobre todo en personas dolor crónico, este abordaje ha demostrado ser capaz de ayudar en el manejo de la disfunción temporomandibular. Consiste en dar al paciente toda la información disponible sobre el dolor: cómo y por qué ocurre, su significado, qué cosas pueden agravarlo y qué cosas pueden mejorarlo… En definitiva, se trata de comprender qué nos pasa, y por qué, y tener herramientas para poder gestionarlo. Haremos una entrada en el blog específicamente sobre este tema. Este abordaje será también un pilar fundamental de los talleres que se están preparando. Esperamos que esta entrada os haya sido de utilidad. En próximas entradas os presentaremos los talleres que vamos a realizar y profundizaremos en las técnicas de tratamiento que utilizaremos en ellos.

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