jueves, 31 de julio de 2014

QUÍMICOS EN SUAVIZANTES DE ROPA

El suavizante se usa en las lavadoras para suavizar la tela y evitar la electricidad estática. Éste cubre la superficie del tejido con químicos lubricantes que reducen las arrugas, incrementan la resistencia a las manchas, suaviza las telas para que el tejido se sienta más suave y también para prevenir la acumulación de la electricidad estática. Los suavizantes de telas están disponibles en presentación líquida así como también en forma de hojas.


 El suavizante se usa en las lavadoras para suavizar la tela y evitar la electricidad estática. Éste cubre la superficie del tejido con químicos lubricantes que reducen las arrugas, incrementan la resistencia a las manchas, suaviza las telas para que el tejido se sienta más suave y también para prevenir la acumulación de la electricidad estática. Los suavizantes de telas están disponibles en presentación líquida así como también en forma de hojas.

Alfa-terpineol: El alfa-terpineol (fórmula molecular: C10H18O) es un líquido incoloro y combustible con un suave aroma a lila que le provee fragancia a los suavizantes de telas. De acuerdo a la Red de Salud Ambiental, el alfa-terpineol provoca trastornos en el sistema nervioso central, hipotermia, dolores de cabeza, depresión, ataxia (o pérdida de la coordinación muscular) e irrita las membranas mucosas.

Acetato de bencilo: El acetato de bencilo (fórmula molecular: C9H10O2) se usa como agente de fragancia en los suavizantes de tela. Es un líquido incoloro con un suave olor floral (similar al del jazmín). El acetato de bencilo es el ingrediente principal del aceite de gardenia y de los suavizantes de telas con aroma a jazmín. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Berkeley, el acetato de bencilo está ligado al cáncer de páncreas. Sus vapores irritan los ojos y los pasajes respiratorios.

Alcohol bencílico: El alcohol bencílico (fórmula molecular: C6H5CH2OH) es un líquido incoloro con un aroma placentero. Éste es producido por las plantas y se encuentra en varios aceites esenciales, como el del ylang-ylang, el jacinto y el jazmín. El alcohol bencílico causa trastornos en el sistema nervioso central, irrita el tracto respiratorio superior y puede llevar a la muerte en casos extremos, Otros síntomas del envenenamiento por alcohol bencílico incluyen vómito, náuseas y dolores de cabeza.

Cloroform: El cloroformo (fórmula molecular: CHCl13) es un líquido denso, incoloro y de olor dulce. Éste se usa como solvente y como agente aromático en los suavizantes de tela. El "11.° Reporte sobre Cancerígenos", publicado por el Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos, enumera al cloroformo como un cancerígeno (una sustancia que causa cáncer). La exposición excesiva al cloroformo provoca somnolencia, mareos, vómito, náuseas, dolores de cabeza, daño hepático y renal, trastornos cardíacos, afecciones de la piel e infecciones en el tracto respiratorio.

Acetato de etilo: El acetato de etilo (fórmula molecular: CH3COOCH2CH3) es un líquido incoloro de olor dulce. Éste se usa como solvente y agente aromático. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) enumera al acetato de etilo como un desecho peligroso. Los riesgos para la salud asociados con el acetato de etilo incluyen daño renal y hepático, infecciones del tracto respiratorio y anemia.

Terpinoleno: El terpinoleno (fórmula molecular: C10H16) es un líquido incoloro con un fuerte olor cítrico. Éste se usa en suavizantes para tela, cremas para afeitar, barras de jabón, sprays desinfectantes y colonias. El terpinoleno causa irritación en los ojos, piel, garganta y nariz. Estudios de laboratorio realizados con ratas concluyeron que este ingrediente de fragancia es un posible cancerígeno, que produce tumores renales y de vejiga. Los resultados de este estudio fueron publicados en el volumen 16 de "Mutagenesis".

http://luciagonzalezgomez11.blogspot.com.es/2012_10_01_archive.html

martes, 8 de julio de 2014

DEFICIT DE DIAMINOOXIDASA (DAO) Y FIBROMIALGIA


La fibromialgia (FM) es una enfermedad de etiología desconocida que se caracteriza por dolor crónico generalizado que el paciente localiza en el aparato locomotor. Además del dolor, otros síntomas, como fatiga intensa, alteraciones del sueño, parestesias en extremidades, depresión, ansiedad, rigidez articular, cefaleas y sensación de tumefacción en manos, se encuentran entre las manifestaciones clínicas más comunes.

La FM, definida por los criterios de clasificación del ACR (American College of Rheumatology), es frecuente en España, con una prevalencia del 2,4% de la población general mayor de 20 años, según el estudio EPISER. En números absolutos, supone unos 700.000 pacientes afectados por FM en nuestro país. Por sexos, la prevalencia entre los varones se estima en un 0,2%, frente a un 4,2% en las mujeres, lo que supone una relación mujer/varón de 21:1.

En los últimos años, la FM ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia hasta convertirse en la actualidad en un problema de salud pública de primer orden debido a su alta prevalencia, el insuficiente conocimiento de las causas y mecanismos que la producen, a la ausencia de tratamiento curativo y a la insatisfacción de pacientes y profesionales.

Todo ello conlleva a una serie de consecuencias a nivel sanitario, económico y social.

Diversos estudios focalizan la necesidad de hallar nuevos enfoques que incidan sobre los mediadores bioquímicos de la enfermedad. Entre ellos, se ha descrito la presencia de grandes concentraciones de citocinas, receptores solubles, péptidos pro-inflamatorios, reactantes de fase aguda y anticuerpos en algunos pacientes con FM, lo que apunta la posibilidad de un proceso inflamatorio o autoinmunitario.

Los datos más recientes también indican que en los pacientes con FM existe una alteración de los mecanismos de procesamiento del dolor, probablemente por un desequilibrio en los neuromoduladores del sistema nervioso central.

Por otra parte, desde hace unos años se vienen definiendo términos como intolerancia a histamina o histaminosis alimentaria. Ambos términos hacen referencia a una acumulación de histamina en el organismo que provoca una serie de síntomas variados: migraña, cefaleas, dolor generalizado, síntomas gastrointestinales, piel seca, prurito, fatiga, etc. Paradójicamente, estos síntomas son comunes en enfermedades como la Fibromialgia.

La acumulación de histamina es debida a diferentes causas, de las cuales la más significativa es el déficit en la actividad funcional de la enzima diaminooxidasa , un déficit que puede tener un origen genético o adquirido.

La histamina es una amina biógena que se encuentra a nivel endógeno, producida por los mastocitos y otras células, actuando en múltiples funciones fisiológicas. Es una molécula necesaria para la vida. Sin embargo, la histamina, junto a otras aminas biógenas, se encuentra también en diferentes concentraciones en múltiples alimentos que forman parte de la dieta cotidiana.

En personas sanas, la histamina ingerida en dieta es rápidamente degradada en el intestino delgado por las Diaminooxidasa (DAO), pero ciertos individuos que presentan una menor actividad de dicha enzima pueden presentar un mayor riesgo de toxicidad histamínica.

Entre los diferentes mecanismos causantes de la acumulación histaminica, se encuentran la sobreproducción de histamina endógena, LA INGESTA DE FARMACOS, y/o alimentos que contienen o liberan histamina o la competitividad con otras aminas biógenas. Sin embargo, la principal causa es debida a desórdenes genéticos o adquiridos en la actividad de la DAO.

la histamina se metaboliza esencialmente por dos vías: la metilación y la desaminación. En esta última vía actúa la diaminooxidasa (DAO) , seguida de una conjugación con ribosa para formar el ribósido del ácido imidazolético. La DAO es la enzima con mayor implicación en la metabolización de la histamina ingerida.

La baja actividad DAO se ha relacionado con intolerancias alimentarias y diversas patologías como la enfermedad de Crohn, la urticaria crónica y el eczema atópico, entre otros. Recientes estudios han venido demostrando que cerca del 90% de los pacientes con migraña presentan valores de actividad de DAO reducidos.

Se ha podido COMPROBAR que existe una AGREGACION FAMILIAR en la FM, pues el riesgo de padecer la enfermedad entre los familiares de pacientes con FM es 8,5 veces mayor que en otras poblaciones, lo que indica que puede haber uUNA BASE GENETICA QUE CONTRIBUYA A LA APARICION DE LA ENFERMEDAD. Así mismo existen informaciones que sugieren un papel genético en el déficit de DAO, de manera que lo que pudiera transmitirse fuera la condición de intolerancia histamínica ligada al déficit de DAO.

Existen además, numerosos estudios en los que se identifican fármacos inhibidores de la DAO, los cuales contribuyen a incrementar esa acumulación de histamina provocada por déficit de actividad de la DAO, con lo que la toxicidad histamínica podría verse incrementada.

Teniendo en cuenta estos aportes, el déficit de actividad de DAO puede ser un factor desencadenante de la sintomatología de la FM y, por tanto, una dieta pobre en alimentos con alto contenido de histamina y/o liberadores de histamina, junto con suplementación de dicha enzima DAO y evitando el consumo de fármacos identificados como inhibidores de DAO o liberadores de histamina, supone un posible enfoque de terapia preventiva con el mínimo riesgo de efectos adversos.

martes, 1 de julio de 2014

FIBROMIALGIA Y VITAMINA D


Muy buena noticia lograda por investigaciones médicas. Se indica que en casos de fibromialgia siempre debe analizarse los niveles de vitamina D y de ser bajos tomar suplementos bajo supervisión médica. Y es que la hipercalcemia, un exceso de vitamina D, provoca niveles de calcio en la sangre anormalmente altos que pueden dañar gravemente los huesos, los tejidos blandos y los riñones con el tiempo, entre otros efectos.

La mayor parte de la vitamina D – el 80% a 90% de lo que el cuerpo absorbe — se obtiene por la exposición a la luz solar. En casos de enfermedades : La vitamina D se usa también para el tratamiento de la debilidad ósea (osteoporosis), el dolor de huesos (osteomalacia), la pérdida ósea en las personas con un trastorno llamado hiperparatiroidismo, y una enfermedad hereditaria (osteogénesis imperfecta) en la cual los huesos son especialmente frágiles y se quiebran fácilmente. También se usa para la prevención de caídas y fracturas en las personas con riesgo de osteoporosis y para prevenir el desarrollo de bajo nivel de calcio y pérdida ósea (osteodistrofía renal) en las personas con insuficiencia renal.

La vitamina D se usa para las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos que incluyen la presión arterial alta y el colesterol alto. También se usa para la diabetes, la obesidad, la debilidad muscular, la esclerosis múltiple, la artritis reumática, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la bronquitis, el síndrome premenstrual (SPM), y las enfermedades de los dientes y encías, para los trastornos causados por bajos niveles de fósforo (hipofosfatemia familiar y el síndrome de Fanconi) y bajos niveles de calcio (hipoparatiroidismo y pseudohipoparatiroidismo).

Algunas personas usan la vitamina D para trastornos de la piel que incluyen el vitíligo, la esclerodermia, la psoriasis, las queratosis actínicas y el lupus vulgaris.

También se utiliza para reforzar el sistema inmunológico, para prevenir las enfermedades auto inmunológicas y para prevenir el cáncer.

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