viernes, 24 de julio de 2015

FIBROMIALGIA Y ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO DEL CALOR


Según un estudio portugués el 70 por ciento de pacientes con diversas enfermedades, incluyendo la fibromialgia, siente que los cambios climáticos tienen una influencia negativa en su dolor. Es como si su cuerpos no tuvieran la misma capacidad de adaptación a los cambios extremos de temperatura que tienen las personas sanas.

Curiosamente, las personas con fibromialgia que informan de sensibilidad en uno de los extremos de temperatura a menudo no tienen ningún problema con el otro extremo, es decir, que a unos les va bien el calor mientras que otros mejoran con el frío. 

Este verano en Murcia está siendo infernal, los termómetros suben y suben sin piedad. Según los expertos está siendo el estío más caluroso de las últimas tres décadas. Mientras que la inmensa mayoría de personas esperan con ansia, que tras el frío del invierno, la llegada de temperaturas más cálidas del verano signifiquen una mejoría en sus dolencias, en muchas de las persona afectadas de fibromialgia estas sucesivas oleadas de calor pueden desencadenar una sensación de temor al ver que su sintomatología no ha mejorado sino que en algunos casos empeora con  estas temperaturas tan tórridas.

Muchos pacientes hacen sus maletas y se trasladan con sus familias a las costa buscando que la influencia del mar, al suavizar las temperaturas, pueda ser más cómodo para ellos, pero descubren que el alto grado de humedad hace mella igualmente en su cuerpo dolorido. La alta humedad parece exacerbar estos síntomas, posiblemente porque hace que el calor se sienta aún más opresivo. Los pacientes con una sensibilidad al frío también dicen sentirse peor en condiciones húmedas .

La investigación citada ha encontrado que las personas con fibromialgia expuestos a altas temperaturas presentan aumentos en:
  • El dolor muscular 
  • Los dolores de cabeza 
  • Fatiga
  • Ansiedad 
  • Depresión 
Aunque los expertos médicos no están seguros exactamente por qué el calor tiene un efecto tan perjudicial en algunos pacientes con fibromialgia. Los estudios realizados, sin embargo, han proporcionado algunas pistas. 

1. Los problemas para regular el calor del cuerpo. 

Dicha investigación ha encontrado que las personas con fibromialgia tienen dificultades para habituarse a los cambios de temperatura. El calor puede molestar a la gente con fibromialgia, ya que no transpiran con la misma facilidad que otros. ”Porque hay flujo de sangre limitado en la piel , hay menos capacidad de sudar. A medida que aumenta el calor del cuerpo, los pacientes con fibromialgia sufren fiebres y dolores musculares, y también son más propensos a tener erupciones de calor y golpe de calor. 

2. La deshidratación. 

Los pacientes con fibromialgia se deshidratan con facilidad, lo que puede dar lugar a dolores de cabeza, dolor generalizado y fatiga. 

3. La falta de sueño. 

La falta de sueño a menudo puede empeorar los síntomas de fibromialgia, y  las noches bochornosas dificultan el sueño. ”La gente a menudo terminan tratando de utilizar el aire acondicionado o ventiladores,  lo que también perturba su sueño”. Hay que tener en cuenta que la exposición directa al aire del ventilador o acondicionado también puede provocar contracturas musculares.

Cuando el clima se calienta, los pacientes con fibromialgia con sensibilidad al calor deben prestar mucha atención a sus cuerpos. Para protegerse, de las altas temperaturas usted debe: 

1. Mantenerse hidratado. Asegúrese de beber mucha agua, y no esperar a tener sed antes de beber. La deshidratación puede preceder a la sed real. Lleve una botella de agua a su alrededor y disfrutar de ella a menudo. Evite beber alcohol, ya que puede provocar la pérdida de fluidos corporales. No beba líquidos  demasiado frío, ya que pueden causar calambres. 

2. Mantenerse fresco. Use el aire acondicionado para mantener la casa fresca. Si usted no tiene aire acondicionado, puede conseguir un respiro del calor en un centro comercial o sala de cine con aire acondicionado. Tome duchas o baños fríos, puede darse un baño de mar si está a su alcance o en la piscina. El uso de una compresa fría puede ayudar a refrescarse y aliviar el dolor muscular. Enfriar paños húmedos y colocar en el cuello o cubitos de hielo en las muñecas pueden aliviar los efectos del calor, también. 

3. Mantenerse cómodo. Use ropa ligera, cómoda y holgada que traspire. Elija prendas elaboradas con materiales naturales como el algodón y de  colores claros o blancos; los colores oscuros absorben el calor. 

Las fluctuaciones de temperatura pueden hacer que su fibromialgia se sienta peor. Pero una vez que sepa cual es el extremo que le molesta más, puede planificar el futuro y pasar parte de su tiempo en el lugar donde se pueda controlar mejor las condiciones climáticas que le sean más favorables. 

viernes, 10 de julio de 2015

CÓMO VIAJAR SI TIENES FIBROMIALGIA

Si para las personas que gozan de un estado de salud normal, la mala organización de un viaje puede terminar provocando un  estado de estrés, imagínate si además padeces una enfermedad crónica como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica.

Lo primero que pensamos cuando alguien nos propone salir a hacer turismo es cómo responderá nuestra enfermedad ante la nueva situación, y qué debemos tener en cuenta para que la FM no nos amargue las vacaciones.

Aunque no todos los consejos son aplicables para cada situación personal, ya que la fibromialgia puede afectar de forma diferente a cada paciente, tomar algunas medidas nos pueden ayudar a sobrellevar mejor la estancia lejos de casa y a evitar algún contratiempo,

1. Sobre el destino y las cosas a ver:

· No intentes abarcar demasiado o alargues alguna de las visitas. Recuerda que es posible que tardes más de lo previsto en alcanzar alguno de los sitios . A la hora de crear tu itinerario, ten en cuenta dejar espacios de descanso. Tomátelo con calma y relax.

· Si vas a estar una semana en el destino, haz tu planning para 6 días. Es más que probable que al menos un día lo necesites para descansar y alejarte poco de tu alojamiento.

· Ten en cuenta el terreno al que viajas. Ya imaginamos que no decidirás ir a subir el Everest, pero es posible que no hayas previsto si tu hotel se encuentra arriba de una gran cuesta o que se trata de un terreno difícil e inestable. Es algo a tener en cuenta que muchas veces pasamos por alto.

· Aunque lo tengas todo planificado, no reserves las actividades hasta el mismo día. Hay veces que nos levantamos con más fuerza, y debemos aprovecharlo para hacer las actividades que más puedan desgastarnos. Una buena forma de hacer ésto es dividir tus planes por días, pero pudiendo modificar el orden siempre que quieras. En vez de asignar las actividades a días concretos lunes, martes, miércoles... es mejor distribuirlas en día A, día B o día C para llevarlas a cabo según el estado en que te encuentres.

· Hay destinos mejores que otros, y dependiendo de tu situación personal sabes qué te irá mejor, y dónde puedes sufrir más. Si te cansas mucho al andar, evita los sitios que requieran grandes caminatas. Si eres fotosensible, no vayas a un destino que sólo sea playa…

2. Sobre lo que te debes llevar en la maleta:

· El primer consejo que te daremos es: haz una lista. Por mucho que creas que te acordarás de todo, te recomendamos de forma enérgica que dediques un rato a apuntarlo todo e ir tachando a medida que lo guardas en la maleta.

· Ten en cuenta el clima. Sabes que si hace un poco de frío se te calará rápido en el cuerpo, y que un fuerte sol en la cabeza te aumentará las migrañas. Hoy en día es fácil consultar aproximadamente el tiempo a semanas vista.

· La medicación. Posiblemente estás tomando una serie de medicamentos para paliar los efectos de la fibromialgia. Lo primero que debes consultar, si viajas a un país desconocido, es si puedes tener algún problema al cruzar la frontera. No todos los medicamentos están aceptados en todos los sitios. El otro punto a tener en cuenta sobre la medicación, es básico. Si hay algo que puedas necesitar, no lo dejes en casa. Tampoco lo saques nunca de su envase original, ya que este tipo de productos suelen ser punto de mira en los controles aduaneros.

3. Sobre el transporte elegido:

· Si has elegido el avión. Recuerda ir con tiempo de sobras. Los aeropuertos pueden ser tan grandes cómo agobiantes. Además, es posible que según cual sea tu situación necesites utilizar silla de ruedas, y según el aeropuerto, ésto requiere aviso previo.

· Si vas en coche. Que el conductor sea paciente contigo. Intenta que sea alguien que conozca tu enfermedad y en quien tengas suficiente confianza cómo para pedir que pare cada vez que lo vea necesario. Intenta no estar excesivas horas sentada sin moverte.

· Si se trata de un crucero. Puede ser una excelente opción para personas con fibromialgia, aunque tiene un pero. Pueden ser algo agobiantes y estresantes por el poco tiempo que suelen dejar para hacer las visitas. Por otro lado, es una gran comodidad para cubrir tus necesidades a bordo el hecho de estar siempre a pocos pasos de tu habitación y con tanto personal a tu servicio.

4. Sobre el alojamiento

· Este es un punto al que deberías prestar especial atención. Si tu bolsillo lo permite intenta que sea un hotel cómodo y céntrico, o al menos de fácil acceso desde los puntos turísticos que vayas a ver.

· Aunque no debería hacer falta recordarlo, si tu opción es un cámping, intenta que sea todo lo confortable posible. No duermas en el suelo sin una buena amortiguación.

5. Una vez en mi destino, a hacer el turista

· Evita las largas colas y aglomeración de gente. Si vas acompañada y hay mucho rato de espera, siéntate y que alguno de tus acompañantes guarde tu lugar.

· Cada vez hay más “aparatos” que puedes alquilar para hacer tus desplazamientos más amenos. Desde una silla de ruedas motorizada para casos más necesarios, hasta patinetes con asiento y motor, segways… Hay un gran abanico de opciones. Sino, algo que va muy bien es una especie de bastón que venden que se convierte en un asiento en pocos pasos. Para los lectores más jóvenes, un poco de sentido común. Ve descansando siempre que sea posible.

· Lleva agua encima o ve parando a tomar un refresco. Necesitas tener el cuerpo bien hidratado.

· No cargues mucho peso siempre que te sea posible. A tu espalda no le conviene ir forzada.

6. Sobre el vestuario

. Aunque no existe el “look ideal” para viajar,  el mejor es aquel que te haga sentir comodo/a.  Evita la ropa ajustada, recuerda que pasarás varias horas en un asiento, lo que provocará que te hinches y el nylon o la lycra no vienen nada bien en esos momentos.


. Presta especial interés en la elección del calzado, evitando los tacones altos o excesivamente planos. Para evitar rozaduras, lo más adecuado es llevar calzado cómodo a ser posible ya usados y que  estén adaptados a nuestra pisada y al tipo de actividad que vayamos a realizar. 

Fuente, http://fibromialgiablog.com/consejos-para-viajar-si-tienes-fibromialgia/