jueves, 24 de abril de 2014

FIBROMIALGIA E HIPERSENSIBILIDAD AL SONIDO

Hoy se celebra el Día Internacional de la Concientización Respecto al Ruido (International Noise Awareness Day). El objetivo de la celebración de este día es alertar los ciudadanos de los peligros que causa el ruido, como por ejemplo trastornos físicos, perdida de audición o desequilibrios psicológicos, y a la vez dar a conocer las diferentes formas de reducirlo.
Este día se celebró por primera vez el 24 de Abril de 1996, como parte de una conferencia local organizada por la “Liga de Personas con Problemas Auditivos” de la Ciudad de Nueva York, es parte de las actividades de un programa internacional en el que participan ciudades de los Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, con el fin de alertar a los ciudadanos de los peligros del ruido y las formas de reducirlo en el ambiente circundante.
La “contaminación acústica” es un fenómeno que va en aumento y es un problema importante, sobre todo en las ciudades con alto nivel de industrialización o densamente pobladas. La causa principal es la actividad humana: el transporte, la industria, la construcción de edificios y las obras públicas.
Por eso, el ruido es considerado como uno de los contaminantes más agresivos. Es un elemento distorsionador que invade el ambiente que nos circunda produciendo un deterioro en la calidad de vida. También es causa importante de trastornos físicos (pérdidas de audición) y desequilibrios psicológicos.

Es frecuente que las personas con Fibromialgia sean muy sensibles a los sonidos, al tacto, la luz, los olores y al clima; sienten como si le hubieran “subido el volumen” a todo lo que les rodea. 
Se cree que estos efectos se originan porque algunas sustancias del cerebro amplifican las señales del exterior y porque el sistema nervioso autónomo tiene una disfunción que impide que características, como la homeostasis, regulen las sensaciones. 
Cuando se tiene fibromialgia, el cuerpo reacciona excesivamente a los estímulos del exterior, se encuentra constantemente en alerta máxima, y la ansiedad empeora cuando muchas de estas sensaciones se juntan en una sola vez. Puede llegar a ser verdaderamente abrumador. 
La sobrecarga de estímulos suele conducir a ataques de confusión, miedo, ansiedad y pánico. 
Un sonido fuerte, repetitivo, repentino o “molesto” puede ocasionar en la persona una alta irritabilidad, dolor corporal, dolor de cabeza y náuseas. Esta situación muchas veces impide que se pueda estar en lugares públicos o donde muchos sonidos demanden la atención. 
Las personas con Fibromialgia no pueden ignorar los sonidos a su alrededor, pues el cerebro capta y “aumenta el volumen” de hasta el más pequeño e insignificante ruido.

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